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Fundación Círculo de Apoyo Positivo

CARTA ABIERTA DE GONZALO

A veces parece difícil hablar de uno mismo pero con el tiempo aprendes a transparentar lo que sientes y lo que eres.

Mi nombre es Gonzalo tengo 30 años, soy de Santiago y vivo con VIH desde 2018.

 

El VIH no es lo mismo que el SIDA, porque es el virus de Inmunodeficiencia humana que hoy en día puede llegar a ser tan indefenso como la diabetes, ya que con un medicamento y si eres consciente de tu tratamiento, tu vida puede ser normal pese a que estás infectado.

Puedes llevar una vida normal y puedes tener una vida amorosa normal, una vida sexual normal, si solamente te tomas tu pastilla, si cumples con tu sagrada triterapia.

Tu vida, la de tus seres queridos, la de tus seres no tan queridos y la de tus seres desconocidos estaran seguras. Con eso tú puedes evitar a que el virus se siga propagando y tu puedas mantenerte bien; Por qué lo digo de esta manera… yo no elegí tener VIH, hay personas que piensan que llevamos una vida promiscua o una vida de libertinaje, entregada a los placeres sexuales a las drogas, o a lo que sea.

Yo personalmente no lo elegí (y en el caso que no fuera asi tampoco es motivo de enjuiciamiento o critica alguna, porque cada cual elige su vida y como la vive).

Mi historia no es tan bonita, a mi me drogaron… invité a un chico a comer a mi casa porque me gustaba, porque lo encontraba guapo, porque en ese momento pensaba que podía encontrar el amor en una aplicación; Hoy en día miro hacia atrás y me doy cuenta de lo iluso e inocente que fui, pero no me arrepiento de todo lo que he tenido que vivir para darme cuenta y ponerme en los zapatos de todos los que vivieron antes que mí con este virus.

 

Para ponerlos en contexto ese día invité a este chico a almorzar a mi casa, lo esperé con pasta una botella de vino y cuando llegó le serví una copa a el y una a mi, yo le di uno o dos sorbos y le dije dame un minuto que voy al baño y vuelvo, cuando volví le di dos sorbos más y fue como si me hubiese tomado seis botellas de vino, solo recuerdo que me estaba poniendo el condón y que después estaba lavando la loza cuando ya era de noche (estas cosas de verdad ocurren, no las estoy inventando).

A la semana me resfrié, como nunca caí en cama, fue una tía que me llamó por teléfono y le dije que me sentía muy mal, que si me podía llevar a la posta, me dejó ahí y cuando iba saliendo había un cartel qué decía “VIHton” me hice el examen pensando que me iba a salir negativo ya que siempre me cuidaba. Volví a clases a “una vida normal” y en dos semanas me llamaron para repetir el examen, yo ya sabía lo que significaba eso… trate de estar lo más sereno posible y cuando me entregaron el resultado en junio del 2018 me confirmaron que era VIH Positivo. Me hicieron la interconsulta para presentarme e ingresarme al programa de infectologia en el hospital El Salvador.

 

Al darme cuenta no fue fácil traté de seguir con mi vida como si nada hubiese pasado traté de ser fuerte, traté de ignorarlo, traté de invisibilizarlo hasta que un día mi subconciente me dijo “¡no más!” y colapse, si no hubiese sido por un ángel que me tomó del brazo ese dia en el anden el encabezado del noticiero habria aparecido como otro de los tantos que se tiran a las líneas del metro en línea uno.

Ese día recuerdo que fue una locura, intenté buscar a este chico que me salvó pero no lo encontré (y si estás escuchando esto muchas gracias por salvarme la vida), después de ese día acudí al psicólogo de los que proporciona el programa GES del Minsal, me escuchó y me dijo yo soy Opus Dei y su mirada de asco me dio a entender que jamás iba a entender por lo que estaba pasando y por lo cual no volvi a pedir hora.

 

 

Darte cuenta que eres positivo dentro de esta sociedad en la que debes cumplir con los parámetros que te imponen. Ya seas homosexual, heterosexual o cualquier letra dentro de la sigla LGBTTTQIA+ te exige, es duro, y más aún para las personas que enfrentamos el estigma de ya ser diversos en una sociedad machista y patriarcal.

Tener VIH es peor, ya que es romper con todo absolutamente todo lo que esta sociedad te pide, porque no solamente es ser gay sino que aparte de qué te gustan las personas de tu propio sexo estás infectado con el virus que muchas personas confunden con el SIDA, creen que te vas a morir ya que muchas personas hoy siguen pensando que si comparten un tenedor contigo, si te saludan de la mano o simplemente te dan un beso en la mejilla se pueden contagiar, corrección se les puede transmitir el virus. Esta sociedad está llena de estigmas y desinformación, estamos acostumbrados a vivir del miedo, con temor a expresarte porque te van a castigar, porque no puedes ser libre, porque no puedes amar, si no que te lo van a prohibir y lo peor es que te van a decir hazlo pero la validación máxima legal en este país no te va a representar.

Tu amor, tu forma de vida no es válida para esta sociedad, pese a que vives, pagas impuestos y consumes igual que el resto, y eso no es igual para las personas que vivimos con VIH.

 

 

 

Con los años se ha aprendido que el VIH no es muerte que hoy en pleno siglo XXI, mientras te quieras y quieras al entorno con el que vives, pero primordialmente te quieras a ti y sigas tu tratamiento todo va a estar bien.

Hoy puedo decir que yo me cuido y que cuido a todas las personas con las que estoy, puedo decir qué no me da vergüenza decir que soy VIH positivo y les instó a todes ustedes que me están escuchando a que no se sientan culpables, a que no se sientan menos dignos de ser quienes son, somos personas valientes, somos personas dignas de vivir nuestra vida, dignas de estar en esta tierra y de convivir con el resto, ya que no hicimos nada mal y es momento de romper el estigma del VIH y del SIDA, acompañemos, acompañémosnos porque entre todos esto va a ser mucho más fácil, hoy en día hay muchas personas, hay muches chiques que siguen sufriendo porque sus familias les anulan, les echan de sus casas, les golpean, les matan, les exilian.

Seamos apoyo entre nosotres, seamos fuertes porque juntes nadie nos va a hacer daño, esa es la intención, por eso nacio CAP para eso estamos para que ningune más de nosotres tenga que sufrir solo, para que todes tengamos a quien acudir, con quien hablar, con quien llorar, con quien reír y acompañarnos.

 

Después de casi tres años de convivir con este amigo y mas de dos y medio de indetectabilidad les puedo asegurar que mi vida tiene otro gusto, quiero vivir y ver a mis seres queridos felices, disfrutar con mis amigues y también acompañar a todas las personas que me necesiten, porque aprendi que el virus no me define ni hace quien soy, estoy constantemente entregando mi mejor versión para ser feliz, pleno y libre.

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