


CARTA ABIERTA DE CESAR
Cada viaje es un aprendizaje, cada experiencia y desafío un pedestal para crecer, Me llamo Cesar y cumplí treinta en un hospital luchando con una horrible neumonía atípica que me mantuvo cuatro meses internado, me causo un paro cardio respiratorio y me llevo a vivir la experiencia de la muerte., Después de tener que volver a aprender a como comer, caminar y escribir, regrese a vivir, bueno una nueva vida pero desde otra vereda ya tuve un hermoso caso de VIH retroviral agudo que más que rápido fulmino mis tropas y destruyo mis defensas.
No te puedo decir que vivir con VIH es sencillo porque llevo pocos meses con este nuevo amigo viviendo conmigo y estamos aprendiendo a vivir juntos, pero tampoco puedo decir que es lo peor del mundo, más me pesa mi esplendoroso debut que termino con un cirugía de pulmón en noviembre del 2019. Tuve que volver a prender de nuevo muchas cosas, pero en estos días ya me siento mejor y eh regresado a lo mundano casi en su totalidad , exceptuando algunas restricciones que no me las dio el VIH, si no mi pulmón que quedo a media maquina y ya no me deja hacer las cosas como antes.
En relación al VIH la verdad mi vida no ha cambiado en gran medida, hablando a groso modo, porque sigo trabajando y haciendo una vida normal, quizás lo más difícil es decirles a las personas que te rodean tu condición porque lastimosamente es una enfermedad llena de estigmas, prejuicios, desinformación y leyendas urbanas si se puede decir de algún modo.
YO me salte quizás la charla incomoda de decirles a tus cercanos tu nueva condición, ya que mi familia se enteró de la forma más incomoda posible, mientras hacía de bella durmiente en mi coma inducido en el hospital, después de eso, fue más fácil y de a poco he ido contándolo a mi alrededor pero de una manera muy sincera y solo aquellos quienes tienen madurez para entenderlo.
Creo que lo esencial al inicio de esta carrera es tener un grupo de contención que te apoye y te diga que volverá a salir el sol. No te puedo decir que no sufrí o lloré, que no me he sentido mal, desorientado, oh sin ganas, porque no estaría siendo sincero., Muchas cosas han cambiado y yo también, hay cosas que ya no puedo hacer, pero no me eh bajoniado con eso y solo eh tratado de hacer cosas nuevas que se adecuen al yo de ahora, y con lo que ya no puedo hacer, me quedo con las experiencias y la felicidad que me dieron.
Ya pase la etapa cuatica del hipocondriaco en crisis jajajjaaj y sobreviví a mi primer resfriado post enfermo, como buen novato que no cacha nada, el peor miedo a romper, era el de que pasaría enfermo, me cuidaba mucho de no pasarme de frio, abrigarme bien, bañarme en alcohol gel, no comer nada que no haya cocinado yo, usar mascarilla por miedo a los gérmenes y los bichos, por mi yo feliz como el niño burbuja jajaaj, pero después de un tiempo me di cuenta que es necesario tener cierta conciencia y sopesar las cosas sin miedo, si no, no vives.
También eh aprendido que es necesario de ser realista de mis limites, que es lo que puedo y no puedo hacer, educarme lo más que puedo para entender mi condición, es mejor estar enfermo y informado, que enfermo, ciego y con miedos, no tener miedo a preguntar a los que saben y obedecer las indicaciones de los médicos, porque solo quieren que estés bien.
Tomar pastillas no se me hizo gran cosa, puse un ringtone gracioso y le puse hora de las drogas, a mi alarma, me lo tome de manera fácil y las acepte como amigas que, aunque pasamos por el proceso del ajuste, me ayudan a estar sano, y a que pueda estar normal y protegerme a mí y a mis relaciones.
Hay una frase que admiro y me ha ayudado.
“Los problemas son como olas, llegan a golpearte. Pero no hay nada malo en eso. Los problemas les llegan a todos. En ese momento ¿Qué es lo que debes hacer? Debes ir a tu propio interior, porque sin ti, no eres nada.
Con todo lo que me ha pasado eh aprendido que es muy importante no perderme a mí mismo y confiar en que a pesar de cualquier cosa que pueda pasar, aunque este solo, puedo lograr salir a flote, y que es mejor ver los problemas y dificultades de manera serena y no achacarme ni bajonearme al respecto, como decía un maestro, solo tienes que seguir a tu corazón y mantener la sonrisa, aunque es difícil trato de vivir en el día a día e ir despacito por las piedras.